Las dos medias y una entera
LAS DOS MEDIAS Y UNA ENTERA
No se necesita ningún tipo de material para
jugar, eso sí se necesitaba ser un gran saltador porque si no era fácil dejar
algún diente en el suelo. Por este mismo motivo era conveniente también que el
terreno no fuese muy duro, ya que era habitual que hubiese alguna caída durante
el transcurso de este juego.

Para comenzar a jugar se hacía una marca en el
suelo desde dónde se saltaba. Para decidir quién haría de burro, se echaba a suertes. Esto se podía hacer de diversas
formas. Sea como fuese, el perdedor es el que se la quedaba y hacía de burro y
además le esperaba una buena paliza al pobre desdichado que le tocaba.
Para comenzar el perdedor del sorteo se colocaba en la marca hecha en el suelo y el primer jugador tomaba carrerilla, y saltaba poniendo las manos en la espalda de este jugador . Así saltaban todos, y entonces el burro se retiraba un poco de la marca hecha en el suelo. Se volvía a saltar de nuevo y si todos pasaban, el burro se retiraba otro poco más, al final la distancia era considerable, y no se podía hacer solamente de un salto, entonces se usaba "dos medias" y "una entera". Se iba corriendo, poniendo el pie delante de la línea marcada, se daba una zancada con un pie y una segunda zancada con el contrario, que eran las "dos medias", para luego sentar los dos pies juntos "que era la entera", y con el impulso dar un salto grande para poner las manos en la espalda, y como las demás veces pasar al otro lado del burro. Si alguno por apurar mucho pisaba un poco la raya, se la quedaba y entonces relevaba al agachado y tenía que ponerse de burro al principio de la raya. También se la quedaba, el que con las "dos medias", la "entera" y el salto final, no llegaba a pasar por encima del burro hasta el otro lado. Este juego conllevaba cierto peligro.
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