Romper el puchero
ROMPER EL PUCHERO
En las ferias y fiestas patronales, era costumbre colocar unos pucheros de barro a cierta altura atados a una cuerda sujeta por dos palos laterales, bien sea en una calle céntrica o en la plaza del pueblo. Los participantes se colocaban debajo de ellos con los ojos tapados y después de darle varias vueltas en círculo para desorientarlos, intentaban darle con un palo a alguno de los pucheros. Cada uno de los participantes tenía tres intentos para golpearlos. Si conseguían romper alguno se llevaban lo que hubiese en su interior que caía al suelo al romperlo. En ocasiones, podía tener alguno de ellos agua o harina y le caían encima al participante, la mayoría tenían golosinas e incluso monedas.
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